Después del fracaso del ataque contra la construcción de la carcel de extradicción en Grünau, no era para nada seguro que alguna vez ibamos volver a tomar la palabra. Había muchos argumentos en contra, en vista de que personas concretas estaban acusadas, y no era claro si la BAW (fiscalía general) iba involucrar a otras más. Creímos prudente aguantarnos con una declaración sobre los sucesos, más cuando no sabíamos qué actitud iban a tomar los implicados frente a la situación. Hemos decidido ahora de no esperar más, ya que el silencio alrededor de nuestra acción tiene que ser roto para controlar el daño político. No daremos explicaciones concretos sobre lo que pasó aquella noche, ya que se lo dejaremos a los implicados de pronunciarse al respecto si así lo quieran hacer. Pensamos que no es necesario que todos conozcan cada detalle para poder formarse una opinión sobre la acción y nuestros motivos políticos y para adoptar una actitud solidaria hacia los acusados.
Además y como consecuencia de nuestro fracaso pondremos fin a nuestro proyecto “El K.O.M.I.T.E.E. “ Hacer pública esta decisión se deduce del carácter de nuestro proyecto y de nuestra responsabilidad hacia la política de la izquierda radical. Al comienzo del texto explicaremos nuestros motivos de arrancar con nuestro proyecto de orientación de ataques militantes y hacemos un resumen de nuestra política.
Nuestro proyecto: El K.O.M.I.T.E.E.
Desde finales de los años 80 y más todavía en los 90 se puede observar a una izquierda radical que ha venido perdiendo de año en año su fuerza política e influencia en la sociedad, y que ha venido alejándose cada vez más en teoría y práctica de los postulados radicales. Mientras había una fuerza colectiva incluso en lo práctico, no lo consideramos necesario de aparecer siempre bajo el mismo nombre.
Pero cuando debido a la retirada paulatina de la izquierda se rompió la continuidad de la discusión política y los fundamentos del accionar, que hasta entonces habían sido elaborados colectivamente, empezaron a disolverse, tomamos la determinación de colocarnos como grupo en un contexto de una política contínua que podrá ser seguida públicamente.
Partimos de que los aportes y artículos de los grupos cuyos nombre se refiere a una determinada práctica y orientación política serían leídos, seguidos y discutidos por la izquierda con más atención que las publicaciones de grupos sin aparente continuidad. Así esperamos tener con el tiempo una influencia positiva en la izquierda y poder colocar puntos de orientación.
Estabamos conscientes que semejante posicionamiento requería un alto grado de responsabilidad y precisión. Desacertados en la discusión política o la reproducción de posiciones equivocadas hubieran recaídos no solo sobre nosotros, sino sobre la izquierda en general, ya que aspiramos dar una orientación.
¿Porqué una política militante?
Frente al nivel de discusión de la izquierda radical y su frecuente silencio y no actuación, se requiere de una explicación porque en tiempos de tan poco movimiento nos hemos decidido a favor de una política militante. Muchas veces se ha escuchado el argumento de que después del declive del movimiento revolucionario no tendría sentido de simplemente continuar, desconociendo que en las pasadas décadas la política siempre ha tenido una posición marginal dentro de la sociedad y nunca ha presentado una estrategia realista para revolución. Una práctica militante consecuente podría ser una de las palancas para romper el círculo vicioso de la izquierda, que consiste en la pérdida de crédibilidad hacia fuera y desesperación y sumisión hacia dentro. Una crítica radical de la práctica gobernante de opresión y explotación, que no busque, aplique e invente todos los medios de resistencia a su alcance, temprano o tarde tendrá que perder la fé en si mismo. Para seguir con nuestro ejemplo: Una izquierda que dice acertadamente que la construcción y el uso de cárceles dedicadas a la expulsión de migrantes es un crimen, pero que toma en cuenta seriamente todas las posibilidades para impedir su construcción, tiene en buena medida culpa de su falta de perspectiva porque ya ha sufrida la derrota en su propia cabeza. Nuestro método, de haber tenido éxito, no hubiera sido el único y quizás ni siquiera el mejor, pero mil veces mejor que el lamento sobre la inviabilidad de las políticas de izquierda dentro de una sociedad que está moviéndose hacia la derecha.
Pensamos que la izquierda no podrá generar perspectivas y estrategias desde su impotencia y su pérdida de opciones de acción, pero que podría fortalecerse cuando aun en malos tiempos hubiera superado el antagonismo habitual entre pensar y actuar. Con nuestro nombre y nuestra práctica, queríamos hacer propaganda a favor de las posibilidades de la intervención y el ataque directo, posibilidades al alcance de todas y todos que que no quieren resignarse frente a la injusticia y la opresión.
Aunque no estamos diciendo dentro del contexto social actual la política militante sea el único camino, sí pensamos que sería un error parar toda la práctica mientras estemos buscando la estrategia acertada. Más bien la evolución sólo será posible dentro del marco de un proceso práctico de reflexión y acción. Learning by doing (aprender actuando). Y si algún día las condiciones de anclar en la sociedad masivamente una crítica fundamental del sistema, será bastante importante poder referirse a una historia donde aun en tiempos de la adaptación generalizada a la corriente dominante, no hemos entregado nuestras posiciones fundamentales.
Al fin y al cabo, evidentemente la política radical tiene para nosotros también un aspecto moral – aunque no podamos presentar el camino definitivo, no podemos resignarnos con sólo observar y ponernos al abrigo.
Nuestra práctica
No era nuestra intención limitar nuestros contenidos a un solo tema. Estabamos pensando en acciones dentro de contextos variados como la organización fascista, el rollback sexista y la desconstrucción de la asistencia social.
Decidimos empezar nuestro trabajo con énfasis en la lucha de liberación del pueblo kurdo. Nos parecía importante tomar una posición aquí, como grupo de la izquierda alemana. La falta de interés generalizado por parte de la izquierda revolucionaria en el tema, nos pareció una declaración de bancarrota. Frecuentemente se mencionó la crítica, muchas veces justificada , como excusa para no involucrarse, a las políticas de la PKK. Pero la crítica a la PKK no puede ser usada para justificar la falta de solidaridad. El involucramiento del Estado alemán como socio más importante de Turquía en el exterminio del pueblo kurdo, fue y es para nosotros la responsabilidad específica de la izquierda alemana para romper su propia letargía y tomar un posición ofensiva contra las intenciones de Alemania.
Alemania es parte en la guerra de exterminación en Kurdistan, militar, económica y políticamente, y sigue siendo el socio confiable del ejército turco como extensión de la lucha contrainsurgente contra la resistencia kurda en Europa.
Nada ha cambiado allí.
A través de una serie de ataques contra instituciones implicadas en Alemania, queríamos dar un impulso temático en la izquierda.
El primer golpe: La Bundeswehr en Bad Freienwalde
Como primer objeto de nuestra campaña, destruimos con un dispositivo incendiario un edificio del Comando de Circuito de Defensa N°852 en Bad Freienwalde, Distrito Märkisch Oberland, el 27 de octubre 1994. Entonces habíamos escrito: “Escogimos como objetivo una instalación de la Bundeswehr por su cooperación y apoyo activo de las fuerzas de ‘seguridad’ turcas, también en representación de la política interior y exterior de Alemania en el contexto de la lucha de liberación kurda.”
En nuestra declaración describimos ampliamente la colaboración del estado alemán con el régimen turco. Que baste aquí con la referencia a aquel texto. También mencionamos entonces la criminalización de los kurdos en Alemania como parte esencial de esa cooperación.
Potencialmente, el ataque hubiera podido ayudar a que el Bundeswehr fuera más objeto de la atención. No era difícil prever entonces la dirección que iba tomar la política exterior alemana. A más tardar a partir del primer compromiso bélico alemán en los Balcanes, había que dedicarle más interés al ejército alemán.
Aunque nuestro primer ataque fue una acción más bien simbólica, en el contexto de la solidaridad con la lucha de liberación kurda y la campaña de difamación contra la PKK obtuvo una resonancia considerable en la prensa. De tal forma que uno de nuestros objetivos que era relacionarse como izquierda alemana con la resistencia kurda tuvo una amplia divulgación.
Camino al segundo golpe
El Estado alemán sigue cumpliendo su tarea de criminalizar y quebrar la resistencia kurda contra el genocidio en Kurdistán. Las extradiciones masivas son una garantía para la “paz interna” y forman el núcleo de la política migratoria imperialista.
La discusión cínica sobre el levantamiento de la suspensión de las expulsiones de los kurdos que vuelve sobre la mesa cíciclicamente cada par de semanas, al principio referiéndose solamente a los “delincuentes” que habían abusado de su estatus como huéspedes, pero rápidamente se convirtió en un asunto general aplicable para todos. Los que más se han destacado en la aplicación de esta linea han sido los ministros Kanther (gobierno federal), de Bavaria Beckstein (Bunzlauerstr. 23, 90473 Nürnberg), de Sajonia Eggert (actualmente removido) y Heckelmann de Berlín. Como espada de Democles, la deportación de los kurdos hacia la miseria, la tortura y la muerte deben garantizar aquí la calma de sepulcro necesaria para la realización de los intereses económicos y hegemoniales superiores del estado alemán.
Aparte de los kurdos, hay otros grupos de fugitivos afectados: recién empezó la deportación de desplazados y desertores de la antigua Yugoslavia. El acuerdo de deportación con Vietnam, es decir la “devolución” de los ciudadanos vietnamitas como condición previa para la ayuda económica, está lista para su firma. Se trata de organizar deportaciones a gran escala. Para eso se requieren capacidades suficientes en la prisión de extradición, ya que pocos quieren irse voluntariamente. Para tal fin, en Berlín se está remodelando la antigua cárcel de mujeres de la DDR. Con más de 400 puestos de reclusión, la capacidad de prisión de extradición en Berlín se duplicará así. Con la concentración de todo el procedimiento de extradición y gracias a la cercanía del aeropuerto de Schönefeld, se podrá organizar industrialmente la expulsión, significando ello una gran reducción de costos. Fue esta nueva cárcel de extradición que enfocamos como siguiente objetivo. Las capacidades de prisión de extradición existentes en la Krüppstrasse y los centros de reclusión policiales en la Gothaer Strasse y la Baimlerstrasse hace tiempo que no dan abasto. El hacinamiento y las condiciones inhumanas insostenibles habían causado en ocasiones revueltas de reos y protestas de grupos humanitarios. Estas protestas por lo general se limitaban a criticar situaciones irregulares en la prisión de extradición, más no criticaron la reclusión y la expulsión como tal. Como ejemplo se puede mencionar al diputado de Bündnis 90/ Die Grünen Albert Eckert, que en Octubre 94 opinaba que tan sólo se debería encarcelar a los extranjeros cuya extradición fuera inminente.
Como “solución temporal” 30 reos han sido trasladado a la antigua prisión militar estadounidense del cuartel “Mc. Nair” en Steglitz. Según informó la prensa finales de julio de 1994, también en el edificio de la policía en la Gallwitzalle en Lankwitz iban adecuarse celdas para 80 reos a corto plazo. No sabemos en qué eso ha quedado. Para confrontar las protestas públicas en el futuro, tal como se hizo con las prisiones de alta tecnología en Weiterstadt y Plötzensee, el Senado del Interior arengó con las múltiples ventajas de la cárcel de Grünau, como las capacidades suficientes, instalaciones de uso común, pequeñas unidades de reclusión, enfermería, instalaciones deportivas, traductores y trabajadores sociales, hasta un patio más espacioso para que “los reos de extradición puedan pasear un poco”, como dijo Norbert Schmidt, vocero del Senado del Interior.
Los fugitivos que serán deportados han de sentirse bien cómodos en las prisiones alemanas, antes de que los desertores de Yugoslavia tendrán que sacrificarse por la locura nacionalista los kurdos desaparecerán en los centros de tortura del servicio secreto turco MIT.
A la final, estas medidas solo tienen como finalidad el aumento de control impedir las revueltas y fugas, así como la racionalización de los procesos de extradición. Además, sirven para callar las protestas en contra de las condiciones insostenibles en las prisiones de extradición.
El objetivo no puede ser la humanización. Se trata de acabar con la práctica de la reclusión para la deportación como paso en el camino hacia el derecho general de permanencia para todos los fugitivos.
La destrucción de la cárcel de Grünau hubiera sido nuestro aporte para tal fin. Si la acción se hubiera ejecutado, el resultado habría sido más que simbólico. Habría significado un entorpecimiento real de las medidas de expulsión y frenado temporalmente la ampliación de la maquinaria.
Sobre la acción fallida de Grünau
Mucho de lo que la prensa ha escrito sobre los sucesos del 11.04 es cierto. En el estacionamiento de la Rabindranathstraße, la policía encontró los dos vehículos de hecho como resultado de una lamentable casualidad. Uno de los dos fue robado y contenía las cargas explosivas más otros dispositivos, como un extractor de cilindros que habíamos llevado para poder abrir puertas que por algún imprevisto estarían cerradas, mientras que en el otro había documentos y otros objetos personales. Una patrulla que pasaba por el bosque notó los carros estacionados y los examinó. Esta combinación de dos vehículos sin embargo, que hizo posible que la policía podría buscar a cuatro personas, no fue el resultado de alguna planificación, sino resultado de un accidente que nos nos llevó a perder de vista el posible involucramiento de otras personas. No ampliaremos más este punto, lo dejamos a las personas solicitadas de pronunciarse sobre este punto si así lo desean.
Es correcto que la finalidad era destruir la cárcel.
En la prensa se dijo que la prisión estaba muy bien vigilada. Eso no es correcto. En un edificio en una esquina del áreal se encontraba un vigilante. Pese a nuestras extensas observaciones, para las cuales hubo buenas posibilidades, nunca hemos visto un patrullaje dentro del perímetro. Días después de la fallida acción, una de las torres de vigilancia fue ocupada por uniformados, antes de la acción eso no fue así. Una vez superado el muro con la ayuda de una escalera, podíamos pasear por todo el areal y visitar a los edificios, no había puertas cerradas.
Para la explosión, se prepararon cuatro bombonas de gas con 30 kg cada una de una mezcla de chlorato de natrio con nevazúcar en una proporción de 80 : 20 con temporizadores. Queríamos depositar las bombonas en el sótano cerca de columnas principales. La idea era dañar la estática del edificio principal de tal forma que sería necesario derrumbar todo el edificio.
En la furgoneta Transit había carteles que advertían de la inminente explosión y estaban signados con el nombre del grupo. Habíamos planeado colocarlos en las diferentes puertas de entrada, para evitar que algún personal de vigilancia que estuviera caminando por el área entrara al edificio, aunque según nuestras observaciones eso no era de esperar.
Era imposible que otras personas corrieran peligro por el ataque.
Las noticias que dicen que en la furgoneta había bombas listas para su actuación con los temporizadores corriendo, y que habíamos paseado por la ciudad así, son ridículas.
También lo es la afirmación que nuestras bombas tuvieran ocho veces el poder destructivo de la bomba de Oklahoma (en Oklahoma en EEUU, en abril fue destruido un edificio adminstrativo que contenía una oficina de la CIA, pero también una guardería de niños, probablemente por fascistas). La intención es crear una asociación con los niños muertos de Oklahoma.
La bomba en EEUU contenía 95% de Nitrato de Ammonium (es un fertilizante) y 5% de gasolina o diesel, y constituía así explosivo de Ammonium “verdadero”, con un poder explosivo bastante mayor que una mezcla de Chlorato de Natrium.
Las notas de prensa no solo expresaban la falta de conocimiento y las fantasías de los periodistas amarrillistas, sino que son idénticas con los intereses de la policía de seguridad de estado, quienes quizás fueron los autores. El objetivo es generar una matriz hóstil, donde todo el mundo podría ser víctima de nuestra acción y todo es producto de mentes malvadas, para impedir una reflexión sobre el contexto político de nuestra acción e impedir una posible reacción solidaria.
Sobre nuestros errores
Para realizar la acción, habíamos fijado anteriormente un fecha, donde el cronograma y el plan de trabajo resultaba muy apretado. Entre más se acercaba el día de la acción, era más obvio que no habíamos planificado el espacio para resolver imprevistos y para poder tratar colectivamente las inquietudes personales. Caímos en una dinámica que no era nada nueva para nuestro grupo de varones; cada uno trabajaba concentrado en su propio área y se perdía la visión del conjunto.
Hay que nombrar como error fundamental que durante toda planificación se debe calcular el tiempo para hacer periódicamente un resumen colectivo. Un objetivo fijado o un cronograma nunca deben razón para sobrepasar las actuaciones individuales actuales.
Para la acción en Grünau habíamos preparado temporizadores idénticos a los del ataque al edificio del ejército en Bad Freienwalde, además de llevar carteles firmados con nuestro nombre. Así ya antes de la ejecución de una acción, habíamos establecido una relación con otra acción consumida.
Muchos se habrán preguntado el porqué de esta violación del abecedario militante. Esta fue la “cadena lógica” que nos llevó a ello: Desde antes de la acción de Grünau nos habíamos especializado en un tipo de temporizador que nos garantizaba su correcto funcionamiento. Para la acción de Grünau había la idea de construir un dispositivo alternativo, pero descartamos el trabajo adicional por los siguientes motivos:
Calculamos que si mucho nuestro descubrimiento y detención podría ocurrir dentro del perímetro rodeado de altos muros, donde un escape se haría bastante difícil – en una cárcel, pués. Como calculamos el posible castigo por la destrucción de la cárcel como muy alto, así que pensamos que la pasada acción de Bad Freienwalde no abultaría mucho la cuenta. Por eso usamos tranquilamente el mismo dispositivo que antes.
Y como según nuestra lógica la relación con Bad Freienwalde ya estaba establecida, no veíamos inconveniente de firmar con nuestro nombre.
Por un lado, pensamos que si los carteles llevaban nuestro nombre, serían tomados más en serio. Por el otro lado, nos interesaba que en caso del éxito de la acción, ya en las primeras notas de prensa hubiera la relación con nuestro primer ataque, y así se establecería el contexto político. Esa “cadena lógica” describe bien nuestra actitud de “todo o nada”. Como demostraría el transcurso de la noche y las demás averiguaciones policiales, a aquel razonamiento le falta profundidad. Aquellos que llegaron en mira policial consecuencia de nuestros errores, ahora están confrontados con la militancia en una organización terrorista. A la Fiscalía Federal le hubiera sido más difícil más sin los carteles y los temporizadores. Aun para nosotros este procedimiento representa un peligro. Cada acción debería ser planificada de tal manera que en el caso de una detención antes o durante la ejecución, no se puedan relacionar acciones anteriores.
Resultado
Pese a los informes de prensa, de que Grünau se salvó por poquito de un atentado suicida, la acción que planeamos era realizable. Pero el hecho es que durante la planificación cometidos algunos errores graves. El error mayor ha sido el de no tomarse el tiempo necesario, de no haber desistido de la fecha avisada cuando era el momento, y no haber planificado previsto planes alternos para imprevistos ni el espacio necesario para su superación. La mayoría de los demás errores ha resultado de esta presión del tiempo y la incapacidad de discutir los problemas de una forma tan amplia y colectiva que permita encontrar la mejor solución para todos.
Tenemos que tomar consecuencias de estos errores. El hecho de haber usado a las personas que por nuestra culpa han caído en manos de la justicia no se elimina por nuestro lamento. Solo podemos intentar de limitar los daños dentro de nuestras posibilidades.
No hemos cumplido con nuestra responsabilidad que describimos al principio de este documento.
Nuestra intención de causar un efecto animador sobre la izquierda radical, se ha convertido en su contrario debido a nuestro fracaso y las carácterísticas de este fracaso.
Damos fin a nuestro trabajo político como “El K.O.M.I.T.E.E. “. Esta decisión la hemos tomado como consecuencia de todos nuestros errores.
Seguir con nuestra política bajo este nombre también podría ser usado en contra de los que ahora están acusados. Sabemos del afán de condenar de parte delos tribunales alemanes cuando se trata de acusaciones según el §129a y sabemos que allí a los acusados se les condena no según las pruebas sino según requerimientos políticos.
Nuestra decisión no significa un distanciamiento hacia las formas de la política militante en general, sino que es una consecuencia personal de la debacle. Seguimos convencidos de la importancia de interferir en los planes políticos y militares de los poderosos, aun con medios militantes, y de denunciar, atacar e impedir sus proyectos, donde sea posible.
Saludamos a la iniciativa del grupo K:O:L:L:E:K:T:I:V que ha retomado el tema y lo siguen consecuentemente.
6.9.95
DAS K.O.M.I.T.E.E.