Bernd Heidbreder, después de haber vivido durante décadas en la clandestinidad y el exilio por haberse rebelado contra la política racista del gobierno alemán, ha muerto este 27 de mayo. En solo tres semanas, un tomor voraz le quitó la vida. Ya agonizando, Bernd se enteró que la comisión para el control de archivos (CCF, Comission for the Control of Files) de INTERPOL había retirado la órden de captura internacional en su contra, por considerarla una persecución arbitraria de parte de la fiscalía alemana. Algo tarde. Durante 26 años, el Estado alemán persiguió a Bernd alrededor del mundo por haber tenido la intención de impedir la construcción de una cárcel especial para migrantes. Bernd consideró que no era aceptable que un gobierno, más aún el gobierno alemán con su prontuario de genocidio racista, encarcelara a seres humanos por el mero hecho de buscar asilo. Y para Bernd, hombre de profundo sentido ético, las ideas tienen que cenvertirse en acciones. Pero aunque el sabotaje contra la construcción de aquella cárcel, planificado escrupulosamente para causar solamente daños materiales y no poner en peligros a vidas humanas, nunca se llevó a cabo porque fue descubierto antes del timpo, las fuerzas de seguridad del Estado alemán nunca cedieron en su afán de castigar a unos idealistas poco exitosos, mientras que al mismo tiempo se hacían la vista gorda frente a los múltiples asesinatos de migrantes por parte de grupos neonazis. En 2014, Bernd fue encarcelado en Venezuela y estuvo preso durante dos años. El Tribunal Supremo de Justicia finalmente decidió que no había lugar para una extradición a Alemania, y ordenó su libertad. Hasta su muerte, Bernd ha sufrido las consecuencias de aquel encarcelamiento injusto e ilegal en condiciones poco humanas.
A nosotr@s, amig@s de Bernd, todavía estupefact@s ante una pérdida tán rápida, que no nos dejo tiempo para asimilar el vacío en el alma que deja su partida, sólo nos queda el consuelo y orgullo de haber compartido un tramo de su camino. Bernd, esta persona frágil y sensible, que nunca ha podido hacerle daño a nadie, hasta el final ha sido fiel a su ideal de búsqueda de una sociedad más justa, más humana. Nunca quiso formar parte del sistema consumista voraz que hoy se declara como el único viable, mientras acaba con los mismos fundamentos que permitan nuestra existencia.
Cómo te extrañaremos!
Es verdaderamente injusto que el poder mal usado del Estado arremetía contra un ser humano tan solidario, tan luchador e identificado con valores tan dignos de defender. El EStado alemán debe rectificar y mejorar sus políticas represivas que tanto daño hacen a seres humanos que no merecen su persecución endemoniada exagerada, basados en absurdos argumentos
Cuesta creer como el monstruoso poder político del Estado, arremete contra un ser humano justo, defensor de los derechos humanos: de la Vida, la Libertad, la Igualdad. Una bendición sería tener entre los dirigentes políticos del mundo muchos Bernhard Heidbreder