La comisión para el control de archivos (CCF, Comission for the Control of Files) de INTERPOL decidió en su sesión del 27 de enero de 2021, que el código rojo de Interpol contra Thomas Walter no es conforme a los estatutos de esa organización de coordinación policial y debe ser anulado. El abogado de Walter, Benjamin Derin, había cuestionado este código rojo después de la detención de Peter Krauth en diciembre de 2019. Según la decisión de la misma CCF de Interpol, aquella detención que duró cuatro meses en condiciones infrahumanas, ha sido sin fundamento. La CCF reza que «… la Comisión no tiene razones de dudar, que al demandante le ha sido otorgado un estatus protegido que lo protege contra una devolución a su país de origen, y decidirá que los datos deben ser borrados de los archivos de INTERPOL..»
Los tres perseguidos por el caso del «k.o.m.i.t.e.e.» han solicitado ser reconocidos como refugiados políticos en Venezuela. Hasta la fecha, la solicitud sigue en trámite esperando una decisión definitiva por parte de la Comisión Nacional para los Refugiados, CoNaRe.
Bernhard Heidbreder, el tercero de los implicados, también ha introducido una protesta en la CCF, que hasta la fecha no ha sido atendida. Debido a que el código rojo contra Bernhard se basa en la misma acusación que él de Thomas, es de esperar que la CCF decida de la misma forma.
Por mucho que aplaudimos que por fin Interpol reconozca su error de hacerse cómplice de las ansias de persecución política de la fiscalía almana, no se entiende porque Interpol no haya investigado el fundamento legal de ese código rojo por voluntad propia. Tampoco se entiende que, una vez reconocido que el código rojo contra Thomas no tiene fundamento, no retire automáticamente los códigos rojos contra Bernhard y Peter.